PARÁMETROS PARA ESCOGER PAREJA.
Ellos buscan proporción en los senos, las nalgas o la cara.
Ellas, prefieren más al millonario que al fortachón.
Las
mujeres tienden a ser pragmáticas y los hombres a ser eróticos. Ellas
escogen a su pareja buscando seguridad y estabilidad económica. Por su
parte, los hombres tienden a ser sensuales y siempre tienen una idea de
las características físicas que desean de su compañera. En ambos casos,
al conocer a la persona que se ajuste a su imagen mental, buscarán
involucrarse rápidamente.
De esta manera se puede observar que
las mujeres seleccionan a su pareja de acuerdo a la estabilidad que
pueda ofrecerle, tanto a ella como a sus hijos. Los hombres prefieren
atributos carnales y fisonómicos.
La hembra humana mantiene
relaciones sexuales cuando no está "en celo". Las hembras de la mayoría
de las especies animales, solamente tienen relaciones sexuales para
procrear. La mujer en tiempos remotos necesitaba que el hombre le
acompañara a ella y a sus "cachorros" para sobrevivir, El les
proporcionaba protección, seguridad y alimentos. Entonces se las ideó
para conservar al hombre a su lado. Así, sostuvo las relaciones sexuales
más allá del celo y del mandato de procreación y conservación de las
especies. El hombre, con su carga genética ordenándole sembrar la
especie, pero teniendo que pelear y arriesgar su vida por cada mujer en
celo, prefirió mantenerse al lado de quien le proporcionaba amor y
cuidado, amén del sexo, sin tener que fajarse cada vez.
En
tiempos modernos, la mujer sigue buscando en primer lugar un buen
proveedor, seguridad y alimentos para sus "cachorros", y el hombre
procurará buenos genes para su prole que seguramente estarán presentes
en las mujeres con juventud, fortaleza y simetría que muestren genes
fuertes.
Para el hombre buscar proporción en los senos, las
nalgas o los cachetes femeninos no será mayor problema, sin embargo para
la mujer, ¿Cómo podría responder quién es más el fuerte: un millonario o
un fortachón musculoso? La seguridad, la protección y los alimentos, en
la vida presente, no los dan los músculos como en la prehistoria, ni
las habilidades para cazar o pescar, sino los recursos que disponga.
Es
bueno destacar que surgen otras concepciones que indican que la mujer
comenzó a tener sexo con los hombres, aunque no fuera para concebir,
simplemente porque le gustó y, dado que el ser humano piensa y crea, a
diferencia de los animales, pues decidió hacerlo.
Lo cierto es
que entre las alteraciones bioquímicas que provoca el enamoramiento, la
selección y escogencia siguiendo patrones genéticos y los métodos de
clasificación y preferencia, el amor, sin lugar a dudas, es algo más que
asuntos del corazón.
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